Las flores de la mayoría de las especies de Hemerocallis abren sus pétalos al amanecer y se marchitan al atardecer, por lo que cada flor no dura más que un día. No obstante, una vez que se marchita, cada flor es reemplazada por otra en el mismo tallo al día siguiente, por lo que el período de floración de una misma planta es muy largo. Algunas especies abren sus flores por la noche, las que se marchitan al amanecer del día siguiente.
Las plantas de este género se utilizan con gran profusión en jardinería sobre todo en la paisajista, para cubrir superficies relativamente grandes con un gran colorido y con un muy bajo mantenimiento debido a que se trata de especies rústicas. No se utilizan frecuentemente en arreglos florales por la escasa vida de cada flor, si bien una vez que una flor se marchita siguen abriendo nuevas flores en el mismo tallo cortado durante varios días.